Un chocolate artesanal elaborado con cacao fino de aroma 55% de Ecuador (variedad Manabí), reconocido por su suavidad, su perfil aromático equilibrado y sus notas ligeramente afrutadas. Sobre esta base cremosa se integra la chirimoya malagueña, una fruta emblemática de la Axarquía que aporta un dulzor natural, fresco y delicado, creando una textura envolvente y un sabor sorprendentemente armonioso.
El toque final lo aporta el cardamomo, una especia cálida y aromática que realza los matices del cacao y aporta una profundidad sutil, elegante y muy característica.
El resultado es una tableta equilibrada, suave y con un punto exótico: una fusión entre el cacao ecuatoriano y los sabores más auténticos de Málaga, elaborada de manera bean to bar en pequeños lotes para preservar al máximo cada matiz.




